En la investigación de la música popular en el Perú, existen personas que son nodos de interacciones, quienes al dedicarse a gestar sus propios circuitos productivos, han tenido un impacto que va mucho más allá de sus intenciones.

Theremyn_4 es uno de los referentes de la música electrónica y del rock -que actualmente llamamos- independiente. A muchos pudo haber sorprendido que luego de integrar durante los noventas la fundamental banda de grunge Huelga de Hambre y estudiar ingeniería de sonido, Jose Gallo, fuera dedicarse a hacer música electrónica.

El hecho es que cada disco de Theremyn_4 puede ser leído a la distancia como una fotografía de un momento en un proceso creativo que siempre estuvo dialogando con las músicas que circulaban en el mundo. Antes que varios siquiera concibieran que su música era exportable, o que era ideal tener un videoclip. Theremyn_4 ya se presentaba en Europa y acompañaba su desarrollo sonoro con un detallado correlato audiovisual. A su vez este núcleo ha ido creciendo a través de los años.

A partir de la grabación del disco Fiction Beats, Jose comenzaría a trabajar con el cantante Lu Falen, ya reconocido por su calidad vocal en The Voiders y a Jose Mendocilla, guitarrista, tecladista y DJ. Con ese disco, T4 ganaría concursos internacionales de composición y la atención generalizada de la prensa especializada. Juntos viajarían al Canadian Music Week y al MICSUR, Mercado de Industrias Culturales en Argentina. En esa ocasión Jose realizó un reportaje especial, publicado aquí.

A un nivel muy superficial podemos decir que el disco de The Next Wave sitúa a Theremyn_4 en una fuerte raíz de las músicas actuales, con pies tanto en la electrónica como en el pop rock. Pero el proceso de concepción que está detrás de esta creación, va mucho más allá de lo que podemos imaginar.

Tenemos la fortuna de que, al parecer, se sabe que cuando hablamos con los músicos de las músicas que investigamos, buscamos que se expresen en sus propios términos, diciendo las cosas como les gustaría escucharlas o leerlas. Así que Jose Gallo nos brindó un testimonio acerca de cómo entiende el proceso de hacer discos.

Lo que resulta fascinante es que lo que esta íntima mirada nos comparte cómo esa obra, que de por sí es divertida y hasta bailable, tiene como base conceptual algunas de las grandes vetas del conocimiento humano. Como por ejemplo la noción del fractal, una manera de existir en la naturaleza en la que algo existe con las mismas características a pequeña y gigantesca escala, es la configuración autocontenida e interconectada. Como los círculos concéntricos de un árbol, el borde de la arena, o las formaciones de estrellas.Esas nociones, parte de la ciencia de la complejidad, son puestas en juego para dar cuenta de algunas ideas recopiladas por Jose Gallo acerca del proceso de hacer discos.  Y las compartimos aquí:

 


 

Inicio, sacrificio y fin

[dropcap size=big]C[/dropcap]ada inicio del proceso de composición de un disco es tomar un camino misterioso con bifurcaciones, desiertos, ascensos, túneles, preguntas, aciertos y errores (muchas veces felices). También es un proceso donde se aprende a intuir en que momento dejar al azar algunas cosas, donde forzar otras, donde detenerse en algún punto de un determinado proceso. Es como un pequeño modelo (fractal) de la vida.

Me gusta pensar en el proceso de hacer un disco como en el moldeado de arcilla donde vas dando forma primero a las canciones como bloques separados y después terminas con el ensamblado del conjunto. Escuchando una y otra vez, dejando a veces «macerar» temas por varios meses. Aprendes a esperar y a tolerar (…eso creo) la frustración. Aprendes a soltar. Es un sacrificio que no se ve pero está allí en la música que entregas.

Pienso en la película «The Prestige» de Chris Nolan y el mensaje «El verdadero truco está en el sacrificio». En un primer momento prestas atención a cada canción como ítems separados pero luego llega un momento donde ya empiezas a ver y modelar mentalmente ese futuro «todo». Y en ese proceso de armar y desarmar, de escuchar una y otra vez, te vas encontrando a ti mismo y va saliendo esa idea que estaba en las sombras y que empieza a ser develada por la luz. Así van pasando los meses, a veces años. Vas retocando aquí y allá. Hay ideas, voces o arreglos en demo que pueden quedar mejor que en sus versiones finales y se quedan como definitivos.

Luego del ensamblado de las piezas de arcilla viene el horno o la mezcla final y con ella las idas y venidas, anotaciones, correcciones. Finalizas el proceso preparando el orden de las canciones en el disco. Cada posible orden que propongas marca el camino por el cual quieres llevar al oyente y este orden a veces fluye rápido y otras veces no.
Me gusta tomar diversos papeles en la construcción de un disco. A veces como un pintor, pintando capa tras capa y dando color. A veces como director de cine, editando y dando coherencia a la historia. A veces como un escultor puliendo superficies ásperas y sacando un poco de aquí y de allá.

Slide Hexágonos, Hermes y Saturno Hexágonos, Hermes y Saturno [column size=one_half position=first ][/column][column size=one_half position=last ]

[dropcap size=big]C[/dropcap]uando me reúno con Renzo (González) que es el diseñador con el que he trabajado los tres últimos discos de Theremyn_4 , llego ya con un saco de ideas que he ido acumulando en blocs de notas digitales tanto en la computadora como en el teléfono. Folders con archivos, imágenes, bocetos de logos, títulos, frases, textos, enlaces a artículos o videos interesantes.

Para «The Next Wave» el camino había sido trazado/intuido por la imagen del cielo en la frase «The sky is here» del coro de la canción “Cygnus”. Buscando este «cielo que está aquí» llegue a una imagen del Salar de Uyuni donde se ve como la resequedad de la tierra y la sal al cuartearse forman hexágonos y pentágonos perfectamente distribuidos, casi como una hiper-realidad digital. Así nos decantamos por el concepto «hexágonos». Investigando sobre el tema descubrimos que Saturno tiene un misterioso hexágono en uno de sus polos. Descubrimos que el hexágono es la forma más económica en la que la naturaleza se hace resistente. A partir de los hexágonos llegamos a la idea final de la carátula que tiene una especie de corriente hexagonal primaria por donde fluye esta figura de colores y donde algunos de los hexágonos son aun cubos. Algo así como el renderizado de ideas de una dimensión superior a esta. Al azar coloreamos los hexágonos con el círculo armónico de colores y notamos que las carátulas y discos de Theremyn_4 por algún motivo habían seguido más o menos el orden de colores escogido. De abajo para arriba iniciando con el verde (del «Fluorescente verde en el patio»), pasando por el azul (Del «Lima/Tokyo/Lima»), luego el morado/rojo del «Spacetimebomb», luego el naranja (del «Inflamable») y terminando con el amarillo del «Fiction Beats».

Dentro del concepto para “The Next Wave” estaba también la idea de la comunicación y su dios más representativo: Hermes, el dios con el yelmo alado, protagonista de estos días donde la comunicación entre distancias largas es instantánea. Pienso en la comunicación a través de la luz en monitores de todo tipo. Ondas eléctricas que se transforman en luz y así llegan al cerebro donde ocurren otros tipos de descargas eléctricas. La foto nos la tomó Rodolfo del grupo Wolves as friends cuando estuvimos en Buenos Aires. El cielo “estuvo allí” ese día. Dentro del arte del disco hay un Caduceo que es la vara de Hermes. Nuestro Caduceo tiene cabeza de hexágono y alas minimales. Las serpientes se entrelazan en él, al igual que en su imagen clásica.

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Slide Números, fechas y sincronicidades. Números, fechas y sincronicidades. [column size=one_half position=first ]

 

 

 

 

 

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[dropcap size=big]T[/dropcap]engo una fijación con los números y se me da de manera natural hacer correlaciones entre ellos con fechas y otras cifras implicadas en la creación de un disco. Algunas correlaciones son pensadas para ser parte de la arquitectura de la idea y naturalmente al empezar a jugar con números otras suceden de «casualidad». Con este último disco que es el octavo sucedió casualmente que las dos serpientes entrelazadas del Caduceo representan históricamente el 8. Si inclinamos el 8 horizontalmente aparece el símbolo de infinito y utilice esa idea para la segunda frase en la letra de «Pull the plug». Aquí sucede un orden casual y una especie de metáfora con el 8. La primera frase cantada del disco es el título de la primera canción, la última frase cantada es el título de la última canción y justo al medio, es decir al comienzo de la letra de la quinta canción, aparece el título de dicha canción. Observo este movimiento sincrónico en forma de ocho y evoco nuevamente la frase «ocho es infinito».

Observo también que hay una fractalidad que se da nuevamente, casi exacta, dentro de la discografía de Theremyn_4 con el ocho. La canción «Al fin te encontré mañana» abre el primer disco, una nueva versión abre el cuarto disco y una última versión que es «Find myself tomorrow» cierra el octavo disco. Observo en esta figura que hay un punto de quiebre al medio como en el símbolo de infinito o el ocho. Una forma donde el «loop» corre como en una cinta de Moebius.

El disco tuvo como salida oficial el 04.11.14 el año que cumplo 41. Dicho día tocan los «Echo & The Bunnymen» en Lima, una de mis bandas favoritas. El master del disco suma 44:00 minutos. Cuando hago el archivo comprimido para enviar los tracks de «All we adore» a Giovanni Rossi, quien mezclo el disco y veo que pesa «666 Mb».

Escribiendo esto me doy cuenta ese track terminó siendo el número 6 del disco. Hay más correlaciones pero el ejercicio de encontrarlas me puede llevar al desvarío o en todo caso a escribir un libro. Einstein nos dice: «Lo que llamamos materia es energía, cuya vibración es tan baja que es perceptible para los sentidos. No hay materia.» Los números y sus relaciones se entrelazan con la materia/energía como las serpientes en el Caduceo.

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Slide La música
como
imágen.
En cada disco que he hecho hay algunas cosas que han ido tomando importancia y viceversa.

Por ejemplo ya no me ocupo tanto de escoger sonidos. Puedo escoger rápidamente los sonidos
de las baterías, bajos y synths y luego tratar de sacarle el mayor provecho a esa combinación.
Opino que cualquier configuración creativa cerrada es un universo de posibilidades en si misma.

Usar muchos sonidos, programas y efectos me parece que le restan fuerza a una idea coherente.
Mientras más simple es la paleta de posibilidades más rico en ideas es el resultado.

Al tener una formación como baterista me gusta jugar con ritmos y poliritmos en las secuencias.
Se pueden generar cosas interesantes haciendo que algunos loops se repitan cada 8 tiempos y
otros cada 7 tiempos por ejemplo. He leído que la poliritmia en el toque de los tambores africanos
o hindues es la que dispara el trance en los rituales.

También leí que ciertos sonidos en cavernas logran crear frecuencias en reverberación que llevan
a la mente a estados alterados. Hace unos años estuve en Teotihuacan y al aplaudir desde cierto
punto frente a lasescalinatas de una de las pirámides el rebote o eco regresa a ti como el canto
de un ave sagrada para los aztecas y mayas, el Quetzal.

Tuve la oportunidad de grabar el sonido y usarlo en alguna parte del Fiction Beats.

Hace poco conocí sobre los pulsos binaurales donde se explica que un mismo sonido en frecuencias
desfasadas por pocas unidades en cada lado del espectro stereo pueden generan cambios en la
configuración mental.

En la práctica puedes o no aplicar lo que lees pero lo importante es como la lectura reconfigura
tu forma de pensar y esa reconfiguración es la que finalmente te lleva por caminos creativos
insospechados.

Aprendes sobre el cubismo y como aquellos artistas quisieron pintar un objeto desde distintos
puntos de vista en un solo cuadro y puedes usar ese concepto en la rítmica o en una melodía que
se filtre o reverbere rítmicamente desde distintos puntos de escucha.

Para poder describir/dibujar ideas no hay nada mejor un sintetizador (o un emulador, no me
apena decirlo). Por ejemplo pienso en el cielo e imagino sonidos del Oberheim OB-Xa. Busco
paisajes gélidos y pienso en un PPG Wave. Pienso en un ambiente microscópico y se me viene
a la mente el Korg MS-20. Pienso en un baterista tocando en un lugar llamado “Arcadia” y suena
y visualizo en la mente la batería Simmons de los 80’s con sus pads hexagonales.
Los sonidos orgánicos de la síntesis clásica y la deconstrucción de samples vía síntesis granular
o manipulación de efectos digitales se mezclan en la música como las serpientes en el Caduceo.
La música
como
imágen.
En cada disco que he hecho hay algunas cosas que han ido tomando importancia y viceversa.

Por ejemplo ya no me ocupo tanto de escoger sonidos. Puedo escoger rápidamente los sonidos
de las baterías, bajos y synths y luego tratar de sacarle el mayor provecho a esa combinación.
Opino que cualquier configuración creativa cerrada es un universo de posibilidades en si misma.

Usar muchos sonidos, programas y efectos me parece que le restan fuerza a una idea coherente.
Mientras más simple es la paleta de posibilidades más rico en ideas es el resultado.

Al tener una formación como baterista me gusta jugar con ritmos y poliritmos en las secuencias.
Se pueden generar cosas interesantes haciendo que algunos loops se repitan cada 8 tiempos y
otros cada 7 tiempos por ejemplo. He leído que la poliritmia en el toque de los tambores africanos
o hindues es la que dispara el trance en los rituales.

También leí que ciertos sonidos en cavernas logran crear frecuencias en reverberación que llevan
a la mente a estados alterados. Hace unos años estuve en Teotihuacan y al aplaudir desde cierto
punto frente a lasescalinatas de una de las pirámides el rebote o eco regresa a ti como el canto
de un ave sagrada para los aztecas y mayas, el Quetzal.

Tuve la oportunidad de grabar el sonido y usarlo en alguna parte del Fiction Beats.

Hace poco conocí sobre los pulsos binaurales donde se explica que un mismo sonido en frecuencias
desfasadas por pocas unidades en cada lado del espectro stereo pueden generan cambios en la
configuración mental.

En la práctica puedes o no aplicar lo que lees pero lo importante es como la lectura reconfigura
tu forma de pensar y esa reconfiguración es la que finalmente te lleva por caminos creativos
insospechados.

Aprendes sobre el cubismo y como aquellos artistas quisieron pintar un objeto desde distintos
puntos de vista en un solo cuadro y puedes usar ese concepto en la rítmica o en una melodía que
se filtre o reverbere rítmicamente desde distintos puntos de escucha.

Para poder describir/dibujar ideas no hay nada mejor un sintetizador (o un emulador, no me
apena decirlo). Por ejemplo pienso en el cielo e imagino sonidos del Oberheim OB-Xa. Busco
paisajes gélidos y pienso en un PPG Wave. Pienso en un ambiente microscópico y se me viene
a la mente el Korg MS-20. Pienso en un baterista tocando en un lugar llamado “Arcadia” y suena
y visualizo en la mente la batería Simmons de los 80’s con sus pads hexagonales.
Los sonidos orgánicos de la síntesis clásica y la deconstrucción de samples vía síntesis granular
o manipulación de efectos digitales se mezclan en la música como las serpientes en el Caduceo.

 

 

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Las líricas como calles o espejos

[dropcap size=big]E[/dropcap]n “The Next Wave” el trabajo de letras fue más largo y complejo que en los discos anteriores. Por ejemplo en la canción «The Next Wave», Lu vino con una melodía y con un boceto de letra. Habían algunas palabras que funcionaban perfecto y tuvimos que acomodar la temática de la letra que iba saliendo a esas palabras en un proceso que tomo casi un mes. He estado leyendo últimamente a Burroughs, Murakami, Humberto Eco, Robert Anton Wilson, Erik Davis. De no sé cuál artículo tome prestada la frase «If you get the message hang up the phone» del filósofo y escritor Alan Watts. Esta frase me recuerda que luego de insertarme por completo en un proceso creativo debo también regresar completo a tierra.

También he estado leyendo novelas gráficas de autores como Paul Pope o Jeff Lemire quienes proponen cada uno en su estilo realidades alternas muy particulares. Leer sobre música y músicos es básico. Hace poco leí el «How music works» de David Byrne y me inspire en varios de los conceptos que David relata, en su experiencia como músico y artista, para la creación de algunas de las canciones en The Next Wave. Lima y sus noches (no necesariamente de juergas) también son una fuente inagotable de historias. Su arquitectura y sus transformaciones en el tiempo. El centro de la ciudad, sus calles desordenadas, las huacas, la zona desértica de la costa. Los viajes que hemos hecho últimamente también tienen cabida en la temática de las letras de este último disco. Los aeropuertos, la gente en tránsito (corporal y emocional), la naturaleza, sus formas y su economía de movimiento y eficiencia, la geometría y los números, lo básico y lo complejo en el ser humano. El buen cine, sus historias que se develan a través de la luz, la magia de sentarse en una butaca a oscuras. Y por supuesto los sueños, guiándote, dándote ideas imposibles, alimentando una segunda vida. Eventualmente me encuentro enlazando, a través de las letras y la música, los sueños y la vigilia como las serpientes en el Caduceo.

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[dropcap size=big]H[/dropcap]e encontrado una gran fuente de información en la historia del ocultismo. Ingrese «formalmente» en su investigación luego de leer la novela gráfica «The Invisibles» del escoces Grant Morrison, un compendio de teorías y personajes envasado en un «hipersígilo literario» como lo llama él. El ocultismo no trata de varitas mágicas, vuelos en escoba o diablos sino más bien es un contenedor lleno de ideas que no te han contado en el colegio, la universidad o en el barrio. La Magia del Caos es el arte de experimentar, como en la vieja alquimia, pero con tus propias reglas o sistema de creencias. El viejo Burroughs junto con Bryon Gysin (un artista aun no valorado en la historia) experimentaron tempranamente con grabadoras de audio, recortes en la pintura y los textos (el famoso cut-up) e inventaron una máquina que inducia a estados alterados: The Dream Machine. De ellos anoto que el lenguaje te atrapa con sus frases y conceptos pre-armados y su deconstrucción es la única forma de liberarte. Esto se aplica a todo tipo de lenguaje (como la música). La teoría de sigilos nos explica que los símbolos o logos comprimen ideas y esto es, según lo que he comprendido, también la compresión de espacio-tiempo. Un símbolo bien planteado puede generar gravedad y una gravedad fuerte, como en un agujero negro, lo jala todo hacia su centro. Cuando interiorizas estas ideas te das cuenta que el lenguaje que utilizamos se hace muy corto para expresar ideas nuevas. Es por eso que el hombre crea instrumentos y técnicas y los combina para poder sacar lo que está en las sombras hacia la luz o dicho de otra forma del subconsciente al consciente.

Cada época ha tenido representantes en lo oculto: Hermes Trismegisto, Merlín, John Dee, Eliphas Lévi, Aleister Crowley, Austin Osman Spare, Nikola Tesla (porque no?), William Burroughs, Bryon Gysin y una lista larga. Es probable que los modernos programadores del lenguaje de computadoras sean los nuevos alquimistas de nuestro futuro próximo. En la actualidad hay diversos autores e intelectuales interpolando teorías de física cuántica, la era digital y la magia. La tercera ley de Clarke dice: «Toda tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia». Músicos como John Coltrane llevan la alquimia al nivel de la música. Escritores como Alan Moore transitan a menudo por parajes de ultracreatividad convirtiéndose en demiurgos de mundos paralelos que si son construidos con cierto nivel de detalle se desbordan en el nuestro. En resumen: La historia oculta se entrelaza con la oficial como las serpientes en el Caduceo.

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Historia, ocultismo y arte

 

 

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Slide En cada disco que he hecho hay algunas cosas que han ido tomando importancia y viceversa.

Por ejemplo ya no me ocupo tanto de escoger sonidos. Puedo escoger rápidamente los sonidos
de las baterías, bajos y synths y luego tratar de sacarle el mayor provecho a esa combinación.
Opino que cualquier configuración creativa cerrada es un universo de posibilidades en si misma.

Usar muchos sonidos, programas y efectos me parece que le restan fuerza a una idea coherente.
Mientras más simple es la paleta de posibilidades más rico en ideas es el resultado.

Al tener una formación como baterista me gusta jugar con ritmos y poliritmos en las secuencias.
Se pueden generar cosas interesantes haciendo que algunos loops se repitan cada 8 tiempos y
otros cada 7 tiempos por ejemplo. He leído que la poliritmia en el toque de los tambores africanos
o hindues es la que dispara el trance en los rituales.

También leí que ciertos sonidos en cavernas logran crear frecuencias en reverberación que llevan
a la mente a estados alterados. Hace unos años estuve en Teotihuacan y al aplaudir desde cierto
punto frente a lasescalinatas de una de las pirámides el rebote o eco regresa a ti como el canto
de un ave sagrada para los aztecas y mayas, el Quetzal.

Tuve la oportunidad de grabar el sonido y usarlo en alguna parte del Fiction Beats.

Hace poco conocí sobre los pulsos binaurales donde se explica que un mismo sonido en frecuencias
desfasadas por pocas unidades en cada lado del espectro stereo pueden generan cambios en la
configuración mental.

En la práctica puedes o no aplicar lo que lees pero lo importante es como la lectura reconfigura
tu forma de pensar y esa reconfiguración es la que finalmente te lleva por caminos creativos
insospechados.

Aprendes sobre el cubismo y como aquellos artistas quisieron pintar un objeto desde distintos
puntos de vista en un solo cuadro y puedes usar ese concepto en la rítmica o en una melodía que
se filtre o reverbere rítmicamente desde distintos puntos de escucha.

Para poder describir/dibujar ideas no hay nada mejor un sintetizador (o un emulador, no me
apena decirlo). Por ejemplo pienso en el cielo e imagino sonidos del Oberheim OB-Xa. Busco
paisajes gélidos y pienso en un PPG Wave. Pienso en un ambiente microscópico y se me viene
a la mente el Korg MS-20. Pienso en un baterista tocando en un lugar llamado “Arcadia” y suena
y visualizo en la mente la batería Simmons de los 80’s con sus pads hexagonales.
Los sonidos orgánicos de la síntesis clásica y la deconstrucción de samples vía síntesis granular
o manipulación de efectos digitales se mezclan en la música como las serpientes en el Caduceo.
En cada disco que he hecho hay algunas cosas que han ido tomando importancia y viceversa.

Por ejemplo ya no me ocupo tanto de escoger sonidos. Puedo escoger rápidamente los sonidos
de las baterías, bajos y synths y luego tratar de sacarle el mayor provecho a esa combinación.
Opino que cualquier configuración creativa cerrada es un universo de posibilidades en si misma.

Usar muchos sonidos, programas y efectos me parece que le restan fuerza a una idea coherente.
Mientras más simple es la paleta de posibilidades más rico en ideas es el resultado.

Al tener una formación como baterista me gusta jugar con ritmos y poliritmos en las secuencias.
Se pueden generar cosas interesantes haciendo que algunos loops se repitan cada 8 tiempos y
otros cada 7 tiempos por ejemplo. He leído que la poliritmia en el toque de los tambores africanos
o hindues es la que dispara el trance en los rituales.

También leí que ciertos sonidos en cavernas logran crear frecuencias en reverberación que llevan
a la mente a estados alterados. Hace unos años estuve en Teotihuacan y al aplaudir desde cierto
punto frente a lasescalinatas de una de las pirámides el rebote o eco regresa a ti como el canto
de un ave sagrada para los aztecas y mayas, el Quetzal.

Tuve la oportunidad de grabar el sonido y usarlo en alguna parte del Fiction Beats.

Hace poco conocí sobre los pulsos binaurales donde se explica que un mismo sonido en frecuencias
desfasadas por pocas unidades en cada lado del espectro stereo pueden generan cambios en la
configuración mental.

En la práctica puedes o no aplicar lo que lees pero lo importante es como la lectura reconfigura
tu forma de pensar y esa reconfiguración es la que finalmente te lleva por caminos creativos
insospechados.

Aprendes sobre el cubismo y como aquellos artistas quisieron pintar un objeto desde distintos
puntos de vista en un solo cuadro y puedes usar ese concepto en la rítmica o en una melodía que
se filtre o reverbere rítmicamente desde distintos puntos de escucha.

Para poder describir/dibujar ideas no hay nada mejor un sintetizador (o un emulador, no me
apena decirlo). Por ejemplo pienso en el cielo e imagino sonidos del Oberheim OB-Xa. Busco
paisajes gélidos y pienso en un PPG Wave. Pienso en un ambiente microscópico y se me viene
a la mente el Korg MS-20. Pienso en un baterista tocando en un lugar llamado “Arcadia” y suena
y visualizo en la mente la batería Simmons de los 80’s con sus pads hexagonales.
Los sonidos orgánicos de la síntesis clásica y la deconstrucción de samples vía síntesis granular
o manipulación de efectos digitales se mezclan en la música como las serpientes en el Caduceo.

 

Trabajo en Equipo

Burroughs y Gysin hablan de su experiencia de trabajo en equipo en el libro «The third mind» y concluyen que cuando hay una fuerte conexión (creativa o de otro tipo) entre un grupo de personas siempre aparece la sensación de estar ante la presencia de una persona más. Una especie de mente maestra que guía al conjunto. Nos pasó hace poco durante un ensayo luego de estar ensayando coros durante un buen rato. Alguien de la banda sin saber esto lo mencionó.

Sigo aprendiendo a participar en equipos creativos y creo que uno siempre debe observar y adaptarse a la configuración de personalidades que se produzca. Uno mismo y la personalidad que asume es clave para el funcionamiento de un equipo. En la novela gráfica «The Invisibles» las células o equipos cada cierto tiempo rotaban de funciones (según los elementos alquímicos básicos) y al líder. En un equipo musical las ideas fluyen siempre y cuando cada parte asuma claramente su rol y esto a veces sucede de manera natural y otras no. Decidir creativamente sobre el rol de cada uno puede ser una idea interesante. El humor y las bromas son básicas para que haya fluidez en la creación claro que sin llegar cruzar límites. En este sentido el respeto entre las partes es básico. En una entrevista Peter Hook dijo: «Lo bueno (de ser dj) es que no tengo que lidiar con otra partida de bastardos arrogantes como yo, pero lo malo es que si tuve una noche esplendida no hay con quien compartirla». Trabajar en equipo es un arte y también a veces un sacrificio. Cuando las cosas fluyen y las personalidades se alinean hay que aprovechar al máximo ese momento. Las personalidades, los instrumentos y las voces se entrelazan como serpientes para acercarnos de la forma más eficiente hacia la matriz del sonido.

Son algunas observaciones, anotaciones e influencias que he ido recolectando en el proceso de hacer discos.

Jose Gallo.

Febrero 2015.
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