New Order transformó la explanada del estadio Monumental en una intensa fiesta

El hecho de que el Perú estuviera históricamente excluído de los circuitos de giras de artistas internacionales que son difundidos por los medios masivos oficiales o independientes, hace que las primeras visitas de algunos artistas tengan altas expectativas y sean particularmente emotivas.

La visita de New Order, ya venía causando reacciones locales (ver conferencia de prensa aquí) y el ambiente previo a la presentación se vivía con emoción, la gente inicialmente desconocida conversaba entre sí, se agrupaban amigos y tomaban posiciones, mientras se escuchaban pistas electrónicas que iban subiendo de intensidad, mientras preparaban el equipo y el ambiente para lo que vendría.

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Este era un público diferente, no sólo entregado a disfrutar del concierto, si no que desde pocos momentos antes de iniciar se podía transitar hasta a pocos metros del escenario, hubo espacio para todos y para lo que cada uno quisiera hacer.

Si había duda entre si este concierto se vería afectado por el de otro gran referente del post punk que nos visita este mes, esta quedó resuelta por las conversaciones que se podían tener entre desconocidos “los que los hemos esperado 20 años vamos a los dos, adelante”. Se calcula que alrededor de diez mil personas asistieron al evento.

Luego de una dedicada atención al montaje de instrumentos por parte del equipo de producción de la banda, a las 10:00pm en punto, todos entraríamos a un nuevo orden, que superaría las expectativas de muchos con un set intenso que empezó arriba y sólo siguió subiendo.

Quienes estuvimos entre el público tuvimos ante nosotros a una banda que demostraba más que experiencia; que algunos de ellos habían creado, experimentado o popularizado varios de los sonidos más influyentes de los últimos 30 años en diversos circuitos musicales, tanto oficiales como independientes.

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La principal duda quedó despejada de una patada. A Tom Chapman le quedan chicos los zapatos de Hook como bajista. Sólido, suelto, entregado, concentrado y preciso. No lo imagino grabando videos desafinado como el creador de la sonoridad que él versiona. Eso sí, hubiéramos agradecido más volumen de bajo en la mezcla, pues es el principal elemento solista de la banda. El volumen del bajo estaba bajo.

A su vez, Phil Cunninham, es un certero guitarrista que jugó en pared con Summer toda la noche, quien además, tenía un pad con samplers y timbres de percusión electrónica y un teclado, que en ocasiones complementaba lo que hacía Gillian Gilbert. Gracias a él y a la pista, la experiencia sonora en vivo era lo más cercano al disco que se pudiera imaginar.

Los otros tres integrantes de la banda, los que experimentaron buscando su propia música del futuro, suenan como punks que aprendieron a tocar sin saber tocar y de ahí su capacidad de hacer las cosas de otras maneras. Cobijados por una pista eterna, nos llevaron a bailar con ella.

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Bernard Summer es una figura tierna y carismática, como un viejo amigo que te ha acompañado en las noches más intensas de la vida, da gusto verlo. Si bien es un guitarrista muy creativo, con los años su fuerte -sorprendiendo a los escépticos- es la voz. Una voz que incluso ha mejorado con los años, haciéndose más entonada y profunda.

No entendí claramente qué dijo acerca de Chile, si sentía que le estaba yendo muy bien EN Chile o que esperaba que así de bien le fuera estando allá. Quienes estuvimos en la conferencia, sabemos que parecía tener claro en qué país estaba.

Stephen Morris transmite cómo se divierte detrás de una batería de varios toms y pads electrónicos, pero si bien ejecuta los timbres característicos de las canciones, se sabe desde siempre que él “es mantequilla”, no es un virtuoso de su instrumento pero realmente a nadie le importa.

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Gillian Gilbert es quien cobija toda la interpretación, empastando la pista electrónica con los instrumentos ejecutados por sus compañeros. Con calma de mamá observando como juegan sus niños, soltó melodías y capas cuya textura característica nos trasladaba en el tiempo, a los momentos en que escuchábamos sus canciones sin imaginar que algún día podríamos escucharlos.

Mención aparte merecen los excelentes visuales con los cuales se cubría en su totalidad la pantalla de fondo de escenario. Las luces estaban instaladas en tres niveles horizontales con 6 cabezas, sumadas con 4 columnas paralelas con tres cabezas inteligentes cada una. No era tanto la cantidad de luces, si no la distribución y la composición de color y movimiento con el video, lo que generaba una experiencia audiovisual integral diferente. Cada canción tuvo un trabajo visual propio, fue un video clip en vivo, correspondiendo y superando a los videos originales de las canciones. No en vano, esta es una de las bandas que más ha trabajado en películas. Intenso el ver Atmosphere en una copia de alta calidad de la cinta original en una pantalla lo más grande posible, con dos de los integrantes de Warsaw-Joy Division- New Order, compartiéndolo con nosotros.

El set list fue subiendo como la emoción de la gente, cada momento era atesorado en sí mismo. El final no pudo ser más intenso. El pogo y la celebración en exceso ya se habían desatado, el encore de tres de los temas más representativos de Joy Division, con una gran imagen de Ian Curtis en las pantallas, sólo pudieron emocionarnos más.

Set List
Elegia
Crystal
Regret
I’ll Stay With You
Ceremony
Age of Consent
Isolation
Your Silent Face
Touched by the Hand of God
Krafty
Bizarre Love Triangle
5 8 6
True Faith
The Perfect Kiss
Blue Monday
Temptation
Encore:
Atmosphere
Transmission
Love Will Tear Us Apart

Aquí más fotos

La salida por las apretadas puertas de la angosta rampa al salir de la zona de adelante llena, nos regresó a nuestra realidad rápidamente.

Un éxito más para un mes de inusual cantidad de conciertos internacionales seguidos, un paso adelante en la cultura de convivencia en conciertos: esta vez la gente sabía a qué iba y realmente se pudo disfrutar.

Gracias a Kandavu y a 3 Puntos por las facilidades brindadas.

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