Entrevista a Cocaína

Instagram

Con el motivo del lanzamiento de su primer disco oficial, Sonidos conversó con la banda con uno de los nombres más directos y polémicos de la escena local.

«No necesito Cocaína en mi vida» dice la canción que da nombre a la banda. El placer ante el equívoco. La irreverencia sugerente, con la concha, la energía y la inocencia que sólo puede dar la edad. Luego de constatar el arduo trabajo de estos muchachos, podemos confirmar que estas flores no son transgénicas.

¿Por qué se llaman Cocaína?

No pensamos llamarnos así, surgió y lo asumimos como una responsabilidad. La responsabilidad de responder ante el nombramiento. Nos afianzó como banda, terminó siendo la palabra que nombra el acontecimiento que significaba para nosotros la consolidación del grupo, el estar realmente y totalmente entregado a tocar y ya no solo fantaseando con esa posibilidad. De que esa fuerza trascienda al sentido común de lo que se asume como normal y establecido es el placer de deconstruir y llevar a lo insospechado.

Somos conscientes de que ese nombre incomoda. Nos gusta, llama la atención.

¿Qué reacciones genera el llamarse así?

Desde el desconcierto hasta la euforia y felicidad. La principal reacción es la pregunta anterior: ¿Por qué se llaman así? A veces casi como una exigencia, por qué, por qué, por qué. A mucha gente le gusta, pero a veces les da roche y nos censuran.  Muchas veces despertamos sentimientos encontrados. Eso también nos gusta. La gente que cree que el llamarnos así nos va a impedir trascender son hombres de poca fe.

¿Cuál fue el proceso de realización de fonogramas hasta este primer lanzamiento discográfico oficial?

Todos encajan dentro del proceso mayor que es el disco a manera de pre-producciones. Nunca los tomamos como una presentación de la banda, porque no sonaban, ni performábamos, como sabíamos que podíamos hacerlo. Y esto es muy importante, porque si bien impera un espíritu urgente, decidido y existen las posibilidades de hacer las cosas por cuenta propia, creemos que uno debe hacer las cosas al nivel que sabe que puede hacerlas, siempre tratando de alzar esa barra. Esto nos quedó claro cuando nos afanamos con uno de estos demos que grabamos y dijimos “Fácil este puede ser el disco, esta de puta madre”, y luego se lo mostramos a JJ Castro  y nos dijo “Estoy muy decepcionado, todavía tienen para un año de ensayar, y eso…”. Lo que en un primer momento fue un bajón luego se convirtió en una misión. Todo depende como uno lee las cosas, pues detrás de ello estaba la implicancia de que podíamos ser mejores de lo que éramos cuando nosotros creíamos que ya éramos. Lo cual no quiere decir que nuestro disco ahora sea todo lo que podría ser, pero estamos seguros de haberle metido garra y estamos felices con cómo han resultado las cosas. Con cada grabación hemos ido aprendiendo más, en este momento hemos grabado nosotros el demo de nuestro segundo álbum y lo estamos mezclando nosotros, siempre hay esa intención de hacerlo uno mismo, me imagino que para aprender y para controlar el proceso mejor también, darle el acabado que uno quiere. Nuestro sonido ha ido cambiando y lo seguirá haciendo.

¿Cómo fue la grabación de este disco?

Fue una experiencia hermosa. Larga y tortuosa también. Increíble, en tanto nos hizo crecer como personas y como banda. Fue todo un proceso de trabajo, aprendizaje, que se desencadena de alguna manera a partir de la relación que se entabla con Kamilo Riveros, que nos abrió el espacio de su hogar y trabajó intensamente con nosotros. Lo primero fue convertir el espacio que era una sala de ensayos en un estudio de grabación. Construir la tarima de la batería, el armario, la alfombra, las tapas de las ventanas, limpiar el espacio, son cosas que definitivamente han influido en el sonido del disco, en nuestra forma de tocar las canciones, de sentir la energía ahí. Nos propusimos grabar el disco ahí y  trabajar para que fuera un producto de calidad, entonces todos dimos lo que teníamos y sabíamos. Fue todo un proceso de maduración y en un momento sentimos que nuestro sonido era fuerte. En Junio o Julio del 2010 entramos a grabar instrumentos. Fueron 3 días y grabamos en vivo. Fue más difícil de lo que pensábamos a nivel emocional, del primer día solo quedó una toma, pero guiados por otros más sabios que nosotros pudimos encontrar la ruta. Luego nos demoramos mucho tiempo en hacer tomas de voces en casa de un amigo, Guillermo Villegas, estas las manejamos íntegramente nosotros. Una vez hecho esto, entramos en un proceso de mezcla muy bacán en el cual pudimos participar de muy cerca y donde nuestro objetivo fue básicamente resaltar lo que ya habíamos hecho a nivel de grabación. No utilizamos parafernalia, trabajamos a nivel de ecualizaciones, frecuencias, volúmenes y compresión, y eso se siente en el disco. Uno realmente siente que todo eso, todo ese tiempo y ese trabajo, están metidos ahí en esa caja cuadrada de 12 cm. x 12 cm… con el disco adentro, eso es genial. Quisiéramos que todos los discos que grabemos siempre sean eso, el resultado de un proceso comprometido en busca de una misma cosa indeterminada pero efervescente.

¿Cuál fue el proceso de realización del video clip de El Ciruelo?

El video debía ser de impacto y la canción pertinente era El Ciruelo. Los responsables del mismo, Luis Miguel y Eduardo, llevaron las cosas con mucha soltura, fluyendo con buen pulso, en un ambiente dinámico y no opresivo, lo cual nos permitió sentirnos a gusto, no intimidados. Nosotros no sabíamos con quién trabajábamos, pero en el transcurso del día nos enteramos que habían hecho varios videos y con mucho éxito. Fue simple y divertido, lo hicimos todo en una mañana-tarde. Nuestro video-referencia fue uno de INXS.

 ¿Cómo será el proceso de lanzamiento del disco debut de la banda?

El disco sale por A Tutiplén Records y juntos hemos coordinado la campaña de lanzamiento. Apelaremos a tratar de llegar lo más lejos y profundo que podamos con los recursos con los que contamos. Buscaremos ubicarnos en los medios, sobre todo en los que se mueven a niveles más personales como los blogspots y las radios y revistas web. Asimismo, realizaremos algunos videos a fin de promover el disco y un concierto de presentación que estamos planeando para Abril, cosa que el disco tiene tiempo para hacerse un lugar en sus corazones. También saldrá una página web oficial. Queremos comenzar a tocar en otros distritos de la ciudad, presentarnos a otro público y también tenemos serias intenciones, muy serias, de armar una gira a provincias, con motivo de la presentación del disco. Se convoca a los interesados. Eso sería lo ideal para nosotros.

¿Cuál es vuestra perspectiva de las escenas musicales alternas en la actualidad?

Cocaína está muy feliz de ser parte de lo que llamas escenas alternas y creo que estas son valiosas para la ciudad por lo que representan simbólicamente y por lo que representan en materias de trabajo y organización. Éstas funcionan bajo lógicas distintas a la lógica capitalista, y por lo tanto le generan otro tipo de ganancias o recursos a la población. El problema quizás, aunque creo también que esto se revierte cada vez más, es que están atomizadas o separadas. Se debe de entender que la minoría es en realidad la mayoría y que el verdadero poder de alcance que uno tenga lo determina uno mismo y sus intenciones. Hoy en día hay muchas bandas que se esfuerzan por hacer que su sonido sea escuchado. Nos da mucho placer compartir escenario con éstas bandas. Tocamos con ellos y nos influencian mucho. Nosotros a ellos también. Todos tenemos un mismo objetivo entonces es importante que trabajemos juntos.

¿Por qué definirse como “Rock Postcolonial”?

No nos gustaría definirnos como Rock Postcolonial, sino apuntar constantemente a hacer rock postcolonial. Nuevamente se trata de un nombramiento que antecede a su significación. Cuando salió simplemente parecía encarnar nuestra postura. Es un término ambiguo, porque refiere tanto a una “libertad” de poder hacer lo que queramos, pero a la vez refiere a una responsabilidad, una conciencia crítica sobre esa “libertad”. La mejor definición del término indica que no se trata del tiempo posterior a la colonia, sino del estudio de lo colonial en lo post. Y esto no refiere a una “peruanidad” enfrentada a un “occidentalismo”, esa es una visión colonial. Alguien alguna vez dijo que sonábamos demasiado americanos (en el sentido de gringos) pero lo cierto es que probablemente hemos sido formados más por esa cultura que por la “nuestra propia”. “Postcolonial” es poder hacer uso y desuso de ello sin tener que pedirle perdón ni permiso a nadie. De alguna manera esa denominación apunta a nombrar una nueva época, una época que es necesario hacer venir. No sabemos qué significa eso. Pero suena bacán.

«El ciruelo» – Cocaína from El Otro on Vimeo.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:

Menú