incubus en el parque de la exposición de lima

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Tocando temas de todas sus épocas, Incubus y su público compartieron en una noche para el recuerdo.

[dropcap size=big]L[/dropcap]a presencia de Incubus en Lima puso en serio cuestionamiento el rumor acerca de la crisis de megaconciertos internacionales en el Perú. Parece que la oferta se está re acomodando y el público va eligiendo a quién quiere ver.

En este caso, tratándose de una banda fundada en 1991, difundida por MTV como una propuesta más bien discreta dentro del boom del rock alternativo de los 90s, pero que en los 2000s tendría difusión masiva incluso llegando a sonar en radios locales como parte del pop contemporáneo, hacía que al menos dos generaciones de jóvenes compraran sus entradas y llenaran el Parque de la Exposición.

La producción de Colors brindó un impecable escenario que permitía la cercanía de los músicos en el escenario, ubicados de tal manera que todos eran visibles para el público; así como la instalación de una estructura de luces y pantalla, en todo lo ancho del fondo del escenario, generando prácticamente una escenografía que cambiaría con cada canción.

Dos sillas y dos micrófonos, al medio del gran escenario, anunciaban la participación del solista y surfista Donavon Frankenreiter, acompañado por Matt Grundy, quienes incluso convocaron a un núcleo de seguidores ubicados en primera fila. Su propuesta tiene elementos de country, blues e indie folk, y se basa en dos guitarras que se complementan entre sí, con juegos entre solos y acompañamiento, así como voces armonizadas y una intensa armónica.

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Con una sonoridad que bien podría transportarnos a una fogata en el campo (no en vano Donavon, estaba ataviado con poncho y sombrero) llenaron el gran escenario iluminados a una sola luz, como generando la calma positiva antes de que la esperada banda principal tomara el escenario.

Empezó el montaje de Incubus, realizado por técnicos que dejaban peinar sus canas y nos recuerdan que esas son signo de experiencia.  Levantaron las telas negras que cubrían los dos gabinetes Mesa Boogie para bajo, la amplia batería DW con varios napoleones y platillos, el set de percusión adicional para el cantante; una estación de tornamesas. teclado , sintetizador y computadora con samplers; y dos amplificadores de guitarra fender vintage ante un pedal board.

El espacio ante nosotros quedó iluminado por una cuenta regresiva de 5 minutos en la pantalla, la que junto a un sorprendente despliegue de luces, respaldarían la puesta en escena a lo largo de la sesión donde Incubus brindaría  una selección de singles, temas históricos y algunos temas menos conocidos, e incluso una breve alusión al tema de The Doors «Riders of the storm» de The Doors y un cierre con I Want You (She’s So Heavy)  de The Beatles

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Al ser una banda con bastante material en vivo circulando por la red, la mayoría del público tenía una idea de lo que iría a ver. Para muchos fue un gusto el comprobar que la banda en vivo superaba sus expectativas y concretaba sus ilusiones.  Era tan bueno o mejor que lo que hubiéramos imaginado.

Luego de una canción para probar sonido y reconocer monitoreo (lo que los mismos músicos escuchan cuando están en el escenario) Incubus se entregaría plenamente, con una sonrisa en el rostro de cada uno de sus integrantes, quienes incluso hacían contacto visual con el público, disfrutando del compartir sus músicas, en una noche intensa.

La emoción empezó desde el primer momento y no decaería a lo largo de la noche, cada tema era ejecutado casi a la perfección por un Brandon Boyd entregado y concentrado, agradeciendo con humildad y timidez en español masticado toda la noche (y despertando suspiros entre las varias mujeres en el público);  mientras tanto Mike Einziger demostró ser uno de los pilares de la banda con su particular manera de construir texturas e interpretar armonías; atrás suyo DJ Kilmore estuvo demostrando virtuosismo en instrumentos a veces menospreciados por tener un fuerte componente tecnológico; en el lado izquierdo del escenario  José Pasillas, demostró por qué es referente para muchos de sus colegas, al formar una pared sonora junto a Ben Kenney, un bajista preciso y virtuoso, quien bailó y nos hizo bailar. La gente acompañó con palmas y se sumó a cantar con la banda cada vez que pudo. Las dos horas de presentación se pasaron bastante rápido, pero dudo mucho que hubieran dejado a alguien insatisfecho.

(Bueno tal vez a quienes aprecian sólo su época favorita de la banda y no toda su discografía)

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Las canciones tocadas fueron:

Quicksand
A Kiss to Send Us Off
Megalomaniac
Nice to Know You
Adolescents
Made for TV Movie con “Hello”
Circles
Love Hurts
Anna Molly
In the Company of Wolves
The Warmth
Drive
Have You Ever
Privilege
Are You In? – Riders on the Storm (The Doors)
Dig
A Certain Shade of Green
Pardon Me
Wish You Were Here
Sick Sad Little World

Encore:

If Not Now, When?
A Crow Left of the Murder – I Want You (She’s So Heavy) (The Beatles)

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Un detalle que se hizo evidente en este caso es que el Parque de la Exposición, espacio ya consolidado para la realización de mega conciertos y festivales masivos, necesita el traslado de algunos de sus árboles medianos para poder instalar el escenario en el sentido contrario (apuntando hacia la vía expresa) esto permitiría aprovechar la inclinación del mismo parque, favoreciendo la visibilidad desde las distintas posiciones de la explanada. Algo a considerar si se piensa seguir realizando este tipo de eventos en este importante local. (Y no tan difícil de ejecutar, pues se realizaron modificaciones similares para remodelar el Parque Universitario y construir Larcomar)

Sorprendió a los asistentes el encontrar a la salida del concierto a un grupo de manifestantes cristianos protestando por la realización del concierto, puesto que incubo es el nombre del demonio de los sueños, por lo que se asumía que la banda, la música y el público eran satánicos. De nuestra parte quedó el decirles que lean las letras de la banda y salgan de su ignorancia.

Se agradece a la empresa Colors por su correcto desempeño, sorprendió la presencia de barras (no sólo casetas) de la cerveza Miller, marca identificada con el rock alrededor del mundo. Gracias a 3 puntos por las facilidades brindadas para la realización de esta cobertura.

Galería de fotos por Patricia López Cabrera aquí

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