Entrevista – Rodrigo Chocano – ¿Habrá jarana en el cielo?

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Conversamos con el joven autor del libro acerca de la marinera limeña editado por el Ministerio de Cultura

Guillermo Durand es, al igual que varios maestros de avanzada edad, poseedor de experiencias únicas, conocimiento enciclopédico y personalidad intensa, durante años ha sido trabajador del Instituto Nacional de Cultura y ahora del Ministerio de Cultura.

Rodrigo Chocano, es parte de una generación de antropólogos que buscan nuevas maneras de hacer las cosas, aprendiendo de los maestros y replanteando formatos de comunicación. Hacer antropología no sólo para la academia, si no para la gente.

Estos personajes tuvieron la suerte de trabajar juntos en el recientemente creado Ministerio de Cultura y como fruto de la convivencia, la investigación, recopilación, entrevistas y análisis, logramos tener un texto colaborativo que ofrece una síntesis del conocimiento de grandes cultores y constructores de los lenguajes tradicionales locales, con una perspectiva analítica e interpretativa, sazonada con anécdotas de los mismos cultores.

El libro «¿Habrá jarana en el cielo?» se presentará en el “II Encuentro de Centros Culturales” que realizará el domingo 28 de octubre a las 6:00pm, en el Auditorio Los Incas del Museo de la Nación en el Ministerio de Cultura. En esta celebración por el día de la canción criolla, se presentará el libro, se realizarán presentaciones de los centros culturales y el Ministro de Cultura rendirá reconocimiento público como Personalidad Meritoria de la Cultura a Manuel Fausto Cadillo Carrasco, Rubén Flórez Pinedo, Edmundo Dante Lévano La Rosa, al Centro Social, Cultural y Musical Tipuani y al Centro Social, Cultural y Musical Pedro A. Bocanegra.

Conversamos con Rodrigo, quien ya había colaborado con Sonidos.pe con la semblanza al maestro Carlos Hayre, acerca del proceso de investigación para el libro y varios elementos fundamentales que todos deberíamos conocer acerca de las marineras en el Perú.

¿Cómo se realiza la investigación para este libro?

Esta es una investigación de corte antropológico sobre la marinera limeña. Lo que busca es comprenderla como fenómeno social, desde el punto de vista de su práctica cotidiana. Se ha realizado una investigación histórica que comprende todo el primer capítulo. A partir del segundo capítulo, se ha trabajado a partir de los testimonios de cultores y conocedores, así como de visitas a lugares donde se practica. Todo esto está respaldado por una amplia revisión bibliográfica. Asimismo, el libro incluye una descripción del canto de jarana y una lista de cultores emblemáticos ya fallecidos, elaboradas con la colaboración indispensable de Guillermo Durand Allison, así como una antología de letras elaborada íntegramente por el mencionado estudioso.

¿Cuáles son las fuentes?

Las fuentes principales del trabajo son los testimonios de sus cultores. A través de largas conversaciones con éstos hemos recogido sus testimonios, que no sólo comprenden sus memorias e historias de vida, sino también sus sentimientos, valoraciones e impresiones actuales sobre la marinera limeña y sus expectativas frente a ésta. Asimismo, se ha utilizado también antiguos testimonios grabados a importantes cultores ya fallecidos, así como fuentes bilbiográficas y periodísticas, sobre todo del trabajo de importantes cronistas y estudiosos del siglo XX como José Durand Flórez, Nicomedes Santa Cruz, Eudocio Carrera o Aurelio Collantes, por citar a unos cuantos. Esto se ha complementado con visitas a lugares donde se practica la marinera limeña, así como con grabaciones discográficas. Es decir, se utiliza una cantidad y diversidad importante de fuentes que nos han permitido elaborar un trabajo sólido y completo. Esto ha sido posible gracias a todas las personas que han brindado su tiempo, sus testimonios y sus materiales para la realización de este estudio.

¿Qué metodología se ha usado para ordenar la información?

Metodológicamente, el procesamiento de información ha seguido dos etapas. En primer lugar, partimos de una pregunta de investigación (¿Cómo se reproduce la tradición – entendida como fenómeno social – en la práctica musical de la marinera limeña durante los siglos XX y XXI?). A partir de ésta, desarrollamos preguntas secundarias (que luego de algunos ajustes se convirtieron en los capítulos del libro) que nos permitieron no sólo orientar el recojo de información, sino también ordenar las fuentes que ya teníamos. Posteriormente, se realizó un análisis temático de toda la información (para lo que el programa atlas.ti es una maravilla), que permitió ordenar la información por capítulos. Todo este proceso estuvo basado en un marco teórico que atraviesa el trabajo de principio a fin. Finalmente, el proceso de escritura permitió darle forma al todo y, sobre todo, detectar vacíos que fueron llenados con nuevas visitas al campo o entrevistas a cultores.

Ahora bien, el trabajo de investigación ha conllevado procesos rigurosos de recojo de información, análisis e interpretación, pero lo que debe siempre reconocerse es que quienes poseen todos los saberes son los propios cultures. Finalmente, el libro es – como todo estudio de este tipo – fruto de un trabajo en conjunto. En ese sentido, la participación constante en este trabajo de Guillermo Durand, uno de los principales conocedores de la marinera limeña a nivel nacional, ha sido central en este proceso. Esto ha permitido obtener un libro que es muy académico, pero también muy vivencial, lleno de anécdotas recopiladas de primera mano, muchas de las cuales son muy divertidas.

¿Cuáles son las principales características de la marinera en general?

La marinera en general es un baile de pareja suelta, interpretado en compás ternario, que se baila con pañuelo en mano. Históricamente, la marinera proviene de la zamacueca del siglo XIX, cuya procedencia a su vez es aún producto de debate entre diversos investigadores; esto es materia de análisis en el primer capítulo del libro. Por otro lado, sus características musicales son ampliamente variadas a nivel nacional. Debo aclarar que no soy un experto en las diversas variantes de la marinera, pero trataré de esbozar algunos elementos muy generales. Para empezar, suele señalarse que la marinera está en un compas de 6/8, aunque Carlos Hayre mencionaba que lo común es escribirla en ¾; de cualquier modo, es el ritmo ternario el principal elemento aglutinador. Luego de esto hay diversos elementos a tomar en cuenta. Un elemento importante es que no suele existir cambio modal dentro de una pieza de marinera, aunque esto ocurre algunas veces en el caso de piezas que comprenden acordes relativos. La marinera limeña, por ejemplo, puede ejecutarse en modo mayor o menor, mientras que la norteña se interpreta casi siempre en modo mayor. Asimismo, las marineras andinas, como por ejemplo la puneña, la cusqueña, la arequipeña o la ayacuchana, están armónicamente muy emparentadas con el huayno, y en efecto algunas llevan al final una fuga de huayno. Coreográficamente, todas comprenden elevación del brazo que porta el pañuelo y movimientos de hombro, torso, caderas y pies, pero los pasos difieren mucho entre unas y otras. La marinera en su totalidad es realmente un género muy complejo y amerita un profundo estudio a nivel de sus características musicales.

¿Cómo se distingue la marinera limeña de las demás marineras?

Son varios los elementos característicos de la marinera limeña. Para empezar, la marinera puede interpretarse en modo mayor o menor. En términos de su estructura, es sumamente compleja: una marinera limeña está compuesta por tres partes identificables: la “marinera”, la “resbalosa” y la “fuga”. La “marinera” sigue una rigurosa estructura de tres estrofas de cuatro versos cada una, alrededor de la cual se desarrolla el canto y la musicalización. Luego de interpretadas las “marineras” (que en general son dos o tres, pero que pueden ser tantas como seis o solamente una, como es común en las grabaciones comerciales), se interpretan la “resbalosa” y la “fuga”. La “resbalosa” sigue un tempo más acelerado que la “marinera”, y en ésta se interpretan piezas de composición estrófica variable, que forman parte del repertorio tradicional. Inmediatamente luego de la resbalosa, la música continúa y se procede a la “fuga”, compuesta por estrofas consecutivas interpretadas alternadamente por los cantores, que puede extenderse indefinidamente dependiendo del repertorio de los cantores involucrados.

Uno de los elementos más característicos de la marinera limeña (en todas sus partes) es que es interpretada en contrapunto, con parejas de cantores que alternan estrofas respondiéndose la una a la otra, tradicionalmente a modo de competencia. Es decir, la marinera limeña no tiene “piezas” o “canciones” fijas; por el contrario, se construye a medida que se va cantando. Esta interpretación sigue una serie de reglas que no pueden ser transgredidas, bajo riesgo de estropear la pieza o “quebrarla”. En ese sentido, para cantar marinera limeña es necesario contar con un amplio repertorio, conocer bien las reglas y sobre todo poseer las habilidades suficientes como para no incurrir en errores y sortear las eventuales triquiñuelas del contrincante. Este es un elemento sumamente interesante de la marinera limeña que muchas veces es pasado por alto, y que hoy se practica muy poco.

La marinera limeña en general se interpreta con guitarra y cajón, aunque también se puede utilizar piano, laúd, mandolina, y hay documentación que indica que antiguamente también se usaba el arpa. El baile, de pareja suelta, es de competencia amorosa entre el hombre y la mujer, elegante y pícaro, que no implica grandes desplazamientos ni movimientos acrobáticos. Otros elementos característicos son los vestuarios: en el baile cotidiano se baila con la ropa del momento, pero en los concursos suele utilizarse vestidos citadinos elegantes. Puedo mencionar estos elementos entre muchos otros, los cuales invito a conocer a través de la lectura de este libro.

¿Qué crees que todo ciudadano peruano debería saber sobre las diversas expresiones de las músicas criollas?

Fundamentalmente dos cosas. La primera, es que estas expresiones musicales son testimonio de una historia y una memoria que permanecen vivas a través de su práctica y reproducción constante. Son una parte estructural de las colectividades que las viven. Y la segunda es que no debemos olvidar que detrás de estas expresiones musicales tenemos personas y colectividades, y es en virtud de estas que las expresiones musicales adquieren importancia. Menciono esto porque muchas veces las danzas como la marinera limeña o la norteña son vistas y apreciadas desde el punto de vista coreográfico y estético, dejando de lado todo el resto de la práctica. Por ejemplo, son pocos los bailarines de academias de marinera limeña o norteña que saben quién es Augusto Áscuez o los nombres de los músicos que tocan en los concursos, pero sí conocen a la perfección los nombres de los campeones de los últimos cinco años. Es necesario reconocer por todo lo alto a las personas que hacen que esta práctica cultural tenga sentido y que han contribuido a su reproducción a lo largo de muchos años, así como la historia y memoria de las cuales esta práctica musical es testimonio. Ese es el objetivo que persigue el presente libro, y espero de todo corazón que tenga un impacto en ese sentido.

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