Sonidos les presenta el documento oficial de resumen de las conclusiones del tercer Seminario Iberoamericano de Políticas Culturales de la Música. A su vez, cabe destacar que el Secretario de Cultura de la Argentina, fue cuestionado en las mesas plenarias sobre el debate entre Derechos de Autor y Acceso a la información. El sábado se tendrá una mesa especialmente dedicada al tema. Les estaremos informando.

Mar del Plata, Argentina, miércoles 14 de septiembre.- Esta tarde, bajo el lema “Música y sociedad en Iberoamérica en el siglo XXI”, concluyó el Tercer Seminario Iberoamericano de Políticas Culturales de la Música. 

En la conferencia de apertura, el director nacional de Artes de la Argentina, José Luis Castiñeira de Dios, explicó: “Este encuentro, presentado en Mar del Plata con el objetivo de abordar las políticas de la música en el ámbito iberoamericano, se desprende momentáneamente de las problemáticas endógenas del análisis de la evolución de los lenguajes o los cambios estéticos, para centrarse en la reflexión sobre los vínculos entre música y sociedad en el nuevo milenio y, de este modo, insertarse en la temática central del IV Congreso Iberoamericano de Cultura”. 

Durante las dos jornadas del seminario, invitados nacionales y del exterior, representantes de las instituciones vinculadas a la vida musical de la región y público en general analizaron la contribución de la música al desarrollo social iberoamericano. 

En la mesa “Música y participación social”, se estudiaron los aportes realizados en las últimas décadas en el campo de las experiencias sociales vinculadas con el arte musical. 

El director de la Casa de la Cultura de América Latina y de la Universidad de Brasilia, Zulu Araújo, destacó el ejemplo del grupo OLODUM: “A través de la música, este conjunto se convirtió en una experiencia de organización social y de lucha contra la discriminación racial y cultural. Su actividad modificó la relación de difusión musical entre las radios y las empresas discográficas, que terminaron emitiendo las producciones de los ensayos de OLODUM. El mismo grupo creó una compañía de danza, una compañía de teatro, una ‘fábrica de carnaval’ (donde se producen instrumentos), y la escuela Creativa OLODUM, que ya ha formado a más de 10.000 jóvenes en sus más de veinte años de vida”.

Por su parte, la representante de la Fundación Música Esperanza de Argentina, Esther Córdoba, subrayó: “La actividad de promoción musical desarrollada por la Fundación contribuyó a desarrollar organizaciones populares en barrios marginales. En la actualidad, se ha creado una Tecnicatura en música popular con el apoyo de la Universidad Nacional de la Plata y la colaboración de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora”.

La secretaria ejecutiva de Promoción y Apoyo Musical de CONACULTA, México, y secretaria ejecutiva de Iberorquestas de SEGIB, Alejandra Galindo Aguilar, se refirió al programa “Vive con Música” y explicó: “Es una red de 50 orquestas en todo el país, que busca unificar un sistema con pedagogía similar y características comunes a la experiencia de los núcleos orquestales. Este programa se propone también la socialización de la música de concierto, para llevar a zonas alejadas o desfavorecidas repertorios aún desconocidos para muchos públicos”.

La mesa “Música y tecnología” trabajó sobre los diversos factores que han modificado, desde el campo tecnológico, la creación, la producción y la difusión de la música, como así también la nueva realidad de las industrias culturales en el siglo XXI. A respecto, el subdirector general de Bellas Artes de México, Sergio Ramírez Cárdenas, señaló: “El arte no está separado del desarrollo de la sociedad, pero lo hace más tardíamente, y más aún demora el público en aceptar los cambios, que hoy son vertiginosos. Actualmente, la aparición de internet permite la creación colectiva a larga distancia, modificando así la relación público-intérprete. La música popular también se ha beneficiado: bajaron los costos, aumentó la accesibilidad, pero no siempre esta facilidad se tradujo en mejores resultados artístico; es parte de un proceso que hay que replantear”. 

En este sentido, el productor musical argentino Iván Talkowski argumentó: “Buena parte del público desea encontrar la música que quiere, cuando quiere y como quiere. La tecnología no es un enemigo. Hay que entender que la nueva distribución digital se produjo con gran rapidez, y eso nos trajo incertidumbre, pero, a la vez, multiplicó las posibilidades de intercambio”.

“La tecnología impactó sobre la educación. Del otro lado, hay alguien dispuesto a compartir información de forma gratuita; ese es el poder multiplicador de internet”, opinó, en tanto, el productor musical argentino Fer Isella.

“Música e identidad” fue la mesa que abordó la relación entre las músicas regionales y aquellas promovidas por las grandes multinacionales del audiovisual, analizando las diversas estrategias que surgen en el campo de la comunicación (internet, redes sociales, radios y televisiones públicas), de la formación y transmisión de conocimientos artísticos, y de la conservación y difusión de la memoria musical de los pueblos.  

La autora, compositora e intérprete boliviana Luzmila Carpio Sangüeza indicó: “Las culturas tradicionales, como la Quechua y la Aimara, aún conservan una relación directa con los sonidos de la tierra. Para recogerlos, los pueblos realizan una comunión, que no es individual, sino comunitaria. No somos solitarios, la misma música de los sikus requiere la participación de, por lo menos, dos intérpretes que comparten una melodía. Es imprescindible que las músicas transmitidas por la tradición no sean olvidadas”.

“La búsqueda de la cultura común continental llevó a crear a principios de los años 90 la ‘Orquesta de la papaya’, un intento de integración regional de siete países centroamericanos que fueron buscando un repertorio común. Así, a través de la música, los pueblos se comprendieron mejor. La proyección de este intento llevó a crear la ‘Orquesta del Río Infinito’, a la cual se sumaron 1500 músicos en veinte años”, concluyó el ministro de Cultura de Costa Rica, Manuel Obregón López.

Además, participaron del seminario la directora nacional de Artes de Colombia, Guiomar Acevedo; el director de Artes Escénicas y de la Música de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Corrientes, Argentina, Eduardo Sívori; el coordinador de programas de la Dirección Nacional de Artes de la Argentina, Roberto López ; la viceministra de Cultura de República Dominicana, Bernarda Jorge; el asesor principal de la ministra de Cultura del Perú, Luis Repetto Málaga; y el director del Museo Nacional de Música y vicepresidente del Instituto Cubano de la Música, Jesús Evaristo Gómez Cairo. 

En este encuentro, que continúa lo debatido en los anteriores seminarios iberoamericanos referidos a las políticas de la música, se avanzó en el Acuerdo de Fomento a las Músicas Iberoamericanas. A la vez, se trabajó en la formulación del Fondo Iberoamericano de Cooperación para la Música, que será elevado a la próxima Conferencia de Ministros de la región.

 

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